Desde hace años la educación medioambiental forma parte de la actividad de las escuelas. Hay numerosas iniciativas y días internacionales que se celebran vinculados a asignaturas o a proyectos promovidos por profesores interesados en estos temas. En los colegios de la Compañía de Jesús también sucede esto, por eso desde la Comisión de Ecología de la Provincia y en estrecha colaboración con EDUCSI, organizaron este encuentro de profesores y profesoras que llevan adelante estas iniciativas en sus centros.
Los pasados 9 y 10 de marzo se reunieron en la Comunidad de Acogida Ana leal de Valladolid un grupo de profesores de distintas etapas y diferentes centros dentro de la Provincia. Lo hicieron para compartir experiencias, pero sobre todo para realizar una escucha atenta y así reconocer que está emergiendo un tiempo nuevo para la educación medioambiental. Ya no se trata solo de proyectos o actividades, es un reto social de una enorme magnitud que ha entrado también en la escuela.
No es una moda y tampoco es el interés de solo algunos. Se trata de tomar conciencia que la sostenibilidad es hoy un interrogante a la manera de ser ciudadanos, de vivir como sociedad que se respeta y se apoya mutuamente. Y también es un tiempo que abre a una experiencia nueva de Dios donde reconocerlo como creador no es una teoría sino el fundamento de nuestra existencia.
En el encuentro participaron profesores de toda la Provincia: Marta Fernandez (Portaceli. Sevilla); Valle Lacadena e Isabel González Zúñiga (Ntra. Sra. del Recuerdo, Madrid); Rubén Muñoz y Vicente Palop (Escuelas San José, Valencia); Juan Carlos Bofill (Inmaculada, Alicante); Marc Gasulla y Jordi Martínez (El Clot, Barcelona); Susana Vázquez (Santa Maria del Mar, A Coruña); Maria José Paredes (San José, Valladolid); Ana María Ojeda y Susana Olmo (Safa Vereda, Sevilla); Juan Pablo Roa (Indautxu, Bilbao); Laura Alemany (Montesión, Palma); Laura Ceraldi (Kostka, Barcelona), Kike Román (Cristo Rey, Valladolid) y Xavier Andrés (Sarrià, Barcelona).
El sábado por la mañana Pedro Piedra, profesor de INEA, ayudó a los asistentes a reflexionar sobre este momento de transición socioambiental. Recordó cómo vivimos instalados en una idea de progreso que ha encontrado su éxito a través de ‘vencer a la naturaleza’. Hoy se puede reconocer que sólo es posible la vida humana si se genera un tipo de presencia compatible con la naturaleza. Para ello es una necesidad desaprender muchos de nuestros supuestos, desenmascarando una gran cantidad de falacias que el ser humano ha ido construyendo con el tiempo.
Y a partir de aquí, invitaba a ir construyendo con la empatía, la emoción, los cuidados, un humanismo comprometido y la inteligencia. Conscientes de que es un tiempo de equilibrios, de promover alianzas y de sumar a todos aquellos que se van haciendo conscientes de los desafíos que afrontamos. Y todo ello desde la pasión como educadores, porque el deseo de transformar moviliza.
La tarde del sábado fue especialmente intensa. Fue un momento para escuchar experiencias de los distintos profesores y de los diferentes centros: actividades con alumnos de infantil, primaria, secundaria y bachillerato, ya sea con alumnos o con familias, con los claustros o también con vecinos del barrio… a medida que avanzaban las presentaciones todos fueron tomando conciencia de las enormes posibilidades que este cambio puede generar en el ámbito educativo. Por ejemplo, un pequeño huerto, bien acompañado, se puede convertir en un potente vector de cambio de nuestros centros hacia el cuidado mutuo y la solidaridad.
Cada mañana comenzaban con un tiempo tranquilo de oración. El domingo se centraron en la elaboración de propuestas que puedan seguir trabajando en el futuro. El reto está en pasar de actividades aisladas a concepciones integradas de nuestros centros. Con la eucaristía cerramos este intenso encuentro. Una vez más la Comunidad Ana Leal hizo posible un encuentro intenso y lleno de buen humor. Tuvieron la oportunidad de compartir dos días en un estilo de vida sencillo y un precioso ambiente de acogida. Aquí la ecología integral se hace concreta y viva.